Temazo.

Decidí escribir sobre este tema ya que ha sido una de las preguntas que más he recibido durante este año, y es algo sobre lo que me ha tocado debatir un par de veces y no deja de ser interesante.

Quiero hablar sobre cómo monitorear durante un trabajo de producción musical y durante un trabajo de mezcla, -sobre todo de mezcla-. Por esta vez, vamos a dejar el proceso de masterización como un punto aparte para no desviarnos del tema principal.

Como decía anteriormente, este año en clases de mezcla y mastering que imparto en una universidad, me han preguntado - y yo también me he preguntado -, cuál es la manera mas eficaz de monitorear un trabajo o un proceso de mezcla buscando tener una referencia lo mas real y fidedigna posible y al menor costo posible. He ahí el gran desafío y el porqué de este blog. Les cuento.

Según mi opinión y experiencia, es muy difícil -diría que imposible- lograr tener una excelente referencia con un par de parlantes en una habitación sin un debido tratamiento acústico.

Cuando leemos las características técnicas de un monitor de estudio, nos encontramos con un montón de datos técnicos (de los que generalmente leemos solo uno, la respuesta de frecuencia y la potencia) que son el resultado de una medición, en un laboratorio anecoico, con todas las variantes acústicas controladas e incluso anuladas para obtener la medición con los datos lo más precisos posibles. Entonces nos encontramos con valores y características generalmente muy positivas; respuestas de frecuencia muy planas o cercano a eso, buena potencia etc etc etc. Datos que generalmente favorecen a la venta y marketing de este tipo de productos.

Pero cuando te compras ese parlante supuestamente perfecto y lo posicionas sobre un escritorio en una pieza sin un tratamiento acústico apropiado, te puedo asegurar que la mayoría de los datos y valores que leímos van a cambiar drásticamente. Y por lo general, para mal. Es obvio e inevitable.

Desde el momento que el parlante empieza a sonar, habrá una interacción acústica con todos los elementos, materiales y dimensiones de la habitación, que por consecuencia -si no está hecho un debido tratamiento acústico- va a tender al deterioro de la respuesta de frecuencia y al desempeño de este parlante. Ya no va a estar ni cerca del desempeño pretendido por los datos del producto inicialmente. Y probablemente, también, va a estar muy lejos de tu expectativa.

Entonces me hago las siguientes preguntas. ¿Qué conviene más? ¿Es realmente una buena idea hacer una inversión así para un home estudio?

Ante esto se despliegan varias variantes. Para qué vas a usar los parlantes, ¿vas a trabajar con clientes?, ¿vas a trabajar solo?, ¿vas a producir?, ¿vas a mezclar?, ¿vas a editar?.

¿Cuál es tu objetivo comprándote monitores de estudio? Si tu objetivo es que tus mezclas suenen mejor, cuidado, que puede ser un arma de doble filo.

Según mi experiencia mezclar con audífonos es lo mejor que me ha pasado y ha sido de las mejores soluciones y aportes a mi trabajo. Actualmente en mi estudio (con mi compañero Benjamidi) tenemos monitores Neumann KH120. Excelentes monitores de estudio, nada que decir, pero con el tiempo, me di cuenta que estaba incómodo mezclando, que las decisiones las estaba pensando más de la cuenta y mi trabajo no estaba fluyendo como debería. Así, avanzaba mucho en una mezcla y luego comparaba en otras fuentes y habían idas y vueltas, avances y retrocesos, que lo único que hacían, era crear incertidumbre y poca seguridad en mis decisiones, por lo tanto poca seguridad en mi trabajo e incluso en mis resultados.

Un día escuché a alguien decir que desde que empezó a mezclar con audífonos, sus mezclas mejoraron sustancialmente. A lo que decidí ponerlo a prueba. Y adivinen qué: Mis mezclas mejoraron sustancialmente.

Mi trabajo es cada vez más preciso, más detallado, y los resultados también están siendo mucho más estables entre proyectos.

Es como escuchar con lupa lo que estás haciendo. Es también acostumbrarse a tomar decisiones de acuerdo a lo que estás escuchando y no a lo que estás viendo. Se abre una puerta a confiar en tu sentido, el que debería ser el más involucrado en esto: tu oído y tu intuición. Cuando tenemos una fuente de monitoreo que no nos entrega esta seguridad, entonces nuestro cerebro tiene que resolver, y cómo lo hace? recurre a lo que ve, a lo que le da una certeza. Pero ¿es esa la certeza que buscamos?

No, estamos haciendo música, hay que escuchar, no se puede de otra manera. Te invito a cerrar los ojos.

Actualmente estoy usando los NDH30, audífonos Neumann abiertos. Recomiendo que sean audífonos abiertos, por muchas razones. Su respuesta de frecuencia es mejor, por lo general son más suaves (sonoramente) y cansan mucho menos que los audífonos cerrados.

En conjunto, como amplificador de audífonos, uso un control de monitoreo profesional, un hardware que da un gran plus y es parte importante de mi cadena de mix, ya que por cómo ésta está construida, es este control de monitoreo el que hace la última conversión Digital Análoga desde Protools, por lo que tengo una referencia muy prístina y directa de lo que estoy haciendo y escuchando.


Para resumir y cerrar este blog, según mi opinión, creo que es mucho mejor idea gastar probablemente lo mismo, o una cantidad de dinero muy similar en un buen par de audífonos, que en un par de monitores, si es que los usarás en una habitación sin el debido tratamiento acústico. Si estás en un proceso de aprendizaje, también te recomiendo que uses tu limitado presupuesto en algo seguro, que independiente de donde estés, va a funcionar igual.

Actualmente me doy cuenta de la cantidad de tiempo perdido en mi aprendizaje por no prestarle atención a esta importantísima cuestión; aprender y trabajar con una fuente de monitoreo no fidedigna no es más que una piedra en el zapato.

Como excepción, no quiero dejar de mencionar, que en caso de que trabajemos con clientes en la misma habitación, es inevitable trabajar con parlantes para que todos puedan escuchar y entrar en sintonía correspondiente a una sesión de producción y/o composición. En tal situación, es mucho más importante crear un ambiente amable y cómodo para una búsqueda artística. Pero, cuando se vayan tus clientes, antes de mandar lo avanzado en la sesión, dale una vuelta con unos buenos audífonos.

Reseña de Autor:

Carlos Reyes Calvert

Ingeniero en Sonido que ha mezclado en vivo para artistas como Alex Anwandter, Javiera Mena, Paloma Mami, Princesa Alba, Francisco Victoria, Soulfia, Gepe, Manuel Garcia, Luis Jara, Denise Rosenthal, entre otros/as. 

Perfeccionado últimamente en la mezcla discográfica, ha tenido la oportunidad de participar en producciones musicales con artistas tales como Francisco Victoria, Francisca Valenzuela, Cristobal Briceño, Soulfia, Paco Miranda, entre otros/as. 

Proyectos que ha desarrollado en su estudio en conjunto con Benjamidi, insertado actualmente en el colectivo CHT Estudios.


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