Los managers hemos tenido mala fama desde que la música se convirtió en un negocio, es un hecho. El periodista y escritor Hunter S. Thompson decía que «el negocio de la música es una trinchera de dinero cruel y superficial, un largo pasillo de plástico donde ladrones y chulos corren libres, y los hombres buenos mueren como perros. También hay un lado negativo».
Como en todas las profesiones existen profesionales buenos y profesionales malos. Por suerte en más de 20 años de carrera he tenido la suerte de conocer y trabajar con muchos profesionales buenos y con managers excepcionales. Managers creativos, comprometidos, confiables y humanos. Sí, los managers somos humanos y ¡hasta tenemos sentimientos!
Comencé a trabajar como manager por necesidad. Allá por finales de los noventas, en mi época de estudiante universitario, todo mi tiempo libre lo invertía en desempeñarme como cantante y líder de una banda. Además de escribir las letras, componer líneas vocales, cantar y responder entrevistas tuve que asumir el rol de manager. Aprendí de los managers de bandas amigas con más experiencia y trayectoria. Uno de esos managers cercanos me recomendó el libro “All You Need To Know About The Music Business” de Donald S. Passman y mi vida cambió para siempre.
Un buen manager no sólo tiene que ser experto en contabilidad, negociación de contratos, contratación de giras, producción de eventos, grabación de discos o en marketing musical, según mi experiencia, lo más importante en un manager es su red de contactos y ser un excelente estratega.
Tener nociones de psicología puede sacar de más de un problema a cualquier manager.
Su labor consiste básicamente en coordinar equipos, planificar acciones y calendarizar agendas para lograr objetivos. Ser flexible, paciente y tener gran poder de iniciativa y resolución son cualidades imprescindibles para este trabajo.
El management se centra principalmente en desarrollar la carrera artística de tus representados y hacerlos crecer lo máximo posible, tanto en el país de origen como en el extranjero.

La creatividad también es un factor importante para ser un buen manager, gracias a ella serás capaz de motivar y nutrir a tus artistas.
Considero la figura y el trabajo del manager imprescindible para el éxito de cualquier proyecto musical, de hecho no conozco ningún artista famoso con un mal manager.
Para mí, el manager es un miembro más de la banda, por algo llamaban a Brian Epstein el “quinto Beatle”.
Me gusta pensar en el rol del manager como el del entrenador del equipo, como un Marcelo Bielsa de la música. Siempre atento, siempre dispuesto a ayudar a mejorar, cumpliendo como facilitador, consejero, guía y solucionador de problemas.
Lo que más me llena de orgullo y satisfacción de mi trabajo es ver crecer a mis artistas y compartir éxitos y fracasos como equipo. Y disfrutar mucho de los procesos y de la aventura.
En ésto del arte y de la música no hay fórmulas para el éxito, quien afirme eso miente. Cada artista es un caso particular con circunstancias y necesidades específicas y desde el management es necesario brindar un servicio 100% personalizado y una estrategia adaptada a cada particular realidad.
Eso sí, hoy en día todo proyecto artístico debería ser multiplataforma y cross-media.
Para bien o para mal, la tendencia en la industria musical actual exige a los artistas a no solamente componer y actuar sino a ser influencers musicales y comunicadores en sus redes sociales.
Es por ello, que diversificar las fuentes de ingreso de un artista es una de las claves para que su proyecto sea sustentable y escalable. A los ingresos habituales de publishing, derechos de autor y honorarios por actuaciones o sponsors mi querido profesor Alex Paredes recomienda ser arriesgado y pensar fuera de la caja a la hora de generar más recursos como músico. Su libro “Diversificar” analiza en profundidad el modelo de negocio del maestro David Bowie, un genio adelantado a su tiempo. Otros casos excelentes de estrategias innovadoras y propuestas interesantes en diversificación son el de mis queridos Wu Tang Clan y los irlandeses Knee Cap.
A mi entender, Wu Tang Clan rompieron el molde y sentaron las bases de la promoción colaborativa como la entendemos a día de hoy. Fueron los primeros que a fuerza de featurings fueron ganando adeptos hasta liderar las listas de los artistas de hip hop más vendidos. Su visión y emprendimiento textil “Wu Wear” marcó un antes y un después en cómo rentabilizar su marca y estilo personal más allá de la música, impactando e incursionando en el mundo de la moda.
Por su parte Knee Cap han revolucionado la escena musical europea gracias a una identidad muy marcada, su reconocido compromiso y activismo social y político y lanzándose a producir su propia película de ficción donde los miembros de este joven colectivo musical irlandés aparte de ocuparse de componer la banda sonora, incursionan como actores de reparto ampliando así masivamente la exposición de su proyecto.
Reseña de Autor:

Vasco afincado en Chile. Se desempeñó como cantante, artista plástico, técnico audiovisual y redactor musical desde los años 90. Productor Ejecutivo Audiovisual diplomado por la Universidad Católica de Santiago, con vasta experiencia en la industria de la música y del entretenimiento. Diplomado en “Emprendimiento e industria musical” por la Universidad Alberto Hurtado.
Representante de artistas, director creativo y productor de eventos y festivales.
Tour Manager y productor de eventos de artistas como Brujería, The Haunted, Dying Fetus, Napalm Death, At The Gates, The Black Dahlia Murder, etc. En España formó parte y trabajó con productoras como Free Art, Menos Que Cero, Enter Group, Last Tour, Polar Nights, HFMN y fue parte del equipo de festivales como Resurrection Fest o Monegros Desert Fest.
En Chile también se ha desarrollado como productor y programador en salas como Metrónomo, Citylab (GAM), Centro Vasco y Estadio Santa Laura - Universidad SEK.
Actualmente representa a MAWIZA, BAXTY, KUINA entre otros artistas.
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